Esta película atrevida no puede recibir más nota por poco. Los elementos reales del film, tontorrones y exagerados, con recaudadores de chiste y media tribu con lanza en mano pululando como si nada, no dan la talla con el otro lado del film, el espléndido mundo de fantasía de los Minimoys.
Este apartado, enteramente creado en la ficción, posee sin embargo, todos los ingredientes para demostrar y ser un film enteramente de aventura, magia, amor y valentía en toda regla. Con muchas licencias en forma de homenaje a "Pulp fiction", besos de tornillo, o bailes en discotecas donde se fuma y bebe verde, consigue ser graciosa, dinámica, aunque un poco rápida debido al escaso tiempo que le queda al film malgastando el resto en media hora inicial muy agónica y momentos finales de risa fácil.
Por lo demás, la calidad del visionado, la capacidad de cámara en muchos momentos de las batallas y las extrevagancias de los diálogos, rozando el límite con el mundo adulto, la hacen distinta, cabal, y entera. Una manera fresca de enfocar el cine infantil, con destreza y poco miedo a expresar sentimientos humanos bajo el prisma inocente de los más pequeños. Un trabajo bonito y agradable con la pega de la realidad.