Bueno, película fácil de clasificar. La premisa, sin entrar a desvelar demasiadas tonterías argumentales, deja las cosas claras: tres señoras de "cierta edad", juntitas de viaje en coche hacia alguna parte. Lugar que marcará un objetivo inicial y que supondrá y otorgará un sentido final distinto a su viaje. Todas estas cosas que tantas veces hemos visto.
Al final, esta especie de reunión de señoras que quieren sentirse jóvenes por siempre se convierte en una especie de Tomates verdes fritos con ínfulas de Thelma y Louise. El peso de todo, y de hecho el sentido de una película así, al final está en ellas, las tres damas protagonistas: Jessica Lange, que en su juventud fue la chica de King Kong (y la de Jack Nicholson sobre una mesa de cocina); Joan Allen, actriz no tan conocida en sus años mozos, mucho más interesante en tiempos recientes (la recordamos en la saga Bourne), y Kathy Bates, otra mujer a la que hemos empezado a disfrutar de poco a esta parte: Misery, Titanic, A propósito de Schmidt...
Ellas serán la principal y única atención, intentando dar vida al guión de un debutante, Daniel D. Davis. No es uno de los títulos más atractivos que podremos encontrar este verano, desde luego.