Crítica de la película The Tiger's Tail por Iñaki Ortiz

Muy decepcionante. Cuando uno se prepara para ver la última película de Boorman, no es que espere una nueva “Excalibur”, pero sí al menos un “El sastre de Panamá”. Y lo que me he encontrado es un “Entre pillos anda el juego”.

La cosa no terminaba de ir mal hasta el momento en que el hermano malo le suplanta. Es decir, mientras dura el equilibrio casi imposible de esta historia la cosa se mantiene, luego se convierte en la comedieta que estamos acostumbrados a ver sobre este tipo de malentendidos y equívocos. Me llega al alma la escena del manicomio, una escena que hemos visto millones de veces y en cada una de esas veces la he odiado. Insistir en que uno no esta loco, etc. La única película que lo lleva bien, a mi entender, es “12 monos”. Pero porque ahí es el director el que está loco.

Un historia tonta, sin sentido pues el espectador sabe que el protagonista tiene cientos de formas de solucionar la situación pero el guionista simplemente no quiere. ¿Por qué calla cuando debería hablar? Mis lectores habituales ya sabrán que odio cuando un personaje se comporta como una marioneta del guionista. Que hable del problema de la vivienda no me vale, seguramente a otros muchos les será más que suficiente.

Mal y peor sabiendo lo que puede hacer este director.