Crítica de la película Neds por Olmo

Los Top boys son aquellos aficionados de un equipo que asisten a un partido de su equipo de paisano y se infiltran en la afición contrario de tal manera que en determinado momento y de una manera espontánea empiezan a agredir a la misma lo cual inicia una batalla campal en toda regla. Estos grupos de hinchas de fútbol son parte de los escenarios que utiliza el escritor escocés Irvine Welsh para ambientar algunas de sus novelas. Con un estilo sarcástico, negro, urbano y satírico, Welsh saca todo lo negro del pozo de la gran Escocia. De una manera un tanto distinta, el escritor inglés Nick Hornby en unas  cuantas novelas suyas explora el mundo de la familia y la infancia rodeado de un ambiente londinense gris y austero. Y el fútbol por supuesto.

De esta manera quería presentar la película Neds, una película de corte social tipo con alto contenido en moral y debate social sobre los valores, la familia, los estratos sociales, el paro, la delincuencia, las tensiones políticas y sociales, todo ello envuelto en papel de regalo de la ciudad de Glasgow, un ambiente hostil en aquellos años setenta. El arquitecto de tal film es Peter Mullan (Las Hermanas de la Magdalena). Es su segundo largometraje y tiene la oportunidad de presentarlo en la Sección Oficial del Festival Internacional de San Sebastián, todo un lujo. Ya en su primera película demostraba sus dotes de arañar y hacer cosquillas a los sótanos aún existentes en nuestra era contemporánea y en esa ocasión fue Irlanda el espejo donde mirarse.

De esta manera y cómo todo puede ser posible en el cine, me gustaría ver en Neds una cinta con contenido y formas propias de Welsh y Hornby a la vez, un relato, una historia de las suyas que tanto nos gusta a los que les leemos.