Crítica de la película El abogado del terror por Keichi

Barbet Schroeder, director al que el Festival Internacional de Cine de San Sebastián dedicara una retrospectiva el año pasado, vuelve otra vez a Donostia con su nuevo documental, El abogado del terror. Al margen de su labor como realizador de films de ficción, en su carrera como documentalista Schroeder ya ha abordado antes temáticas similares, como en su obra dedicada a explorar la figura de Idi Amin Dada, el sanguinario dictador Ugandés. Es de esperar que en este nuevo análisis de un personaje, el director se muestre igual de metódico que siempre, recurriendo a documentos de archivo y testimonios directos.

El documental se centra en esta ocasión en la vida de Jacques Vergès, controvertido personaje que tras abrazar la causa anticolonialista y el comunismo acaba defendiendo en los tribunales a algunos de los mayores asesinos y terroristas del planeta e inclinándose por las posturas más cercanas a la extrema derecha. Vergés, famoso también por contraer matrimonio con la revolucionaria argelina Djamila Bouhired -a la que defendió en su día- es uno de los personajes públicos más criticados del país vecino. ¿Cómo abordará Schroeder su estudio? ¿Qué moral se esconde detrás de este hombre que se ha definido a si mismo como un “mercenario del derecho”? Se trata sin duda de un trabajo tremendamente interesante, una disección de un personaje cuyas contradicciones y polémicas, vistas a través de una mirada tan certera como la de Schroeder, no hacen sino aumentar el interés de este documental.