El vallisoletano Alberto Morais debuta con este largometraje tanto como director como guionista, presentando una historia del cine, pero del cine más filosófico, entendiéndolo como un compromiso que varios cineastas retratados en viajes especiales nos mostrarán. Entre ellos Theo Angelopoulos o Víctor Erice.
Tratando de mostrarla original y agradable, la historia del cine se podrá ver con imágenes intercaladas, que jugarán con la idea de alabar un concepto cinematográfico de entrega de personajes humanos tras la cámara, que tratan de llegar más allá del arte o el entretenimiento sin más.
Complicada idea que no tendrá demasiado atractivo al público en general pero que puede resultar didáctica si no se pierde en demasiadas alabanzas y muestra la época y las intenciones con orden y concierto. Lástima de su mínima distribución.