Crítica de la película La frontière de l'aube por Olmo

De lo primerito que saldrá en Zabaltegi.  La frontiére d l'aube huele a historia por los cuatro costados. A película con resquicios de los sesenta, de los setenta, muy francesa, demasiado quizás. Es el blanco y negro pero también es el color. Por otro lado se sienten los aires más modernos de un director no tan joven. El de su protagonista, Louis Garrel, aquel chico que conocimos en la película Soñadores y que cuiriosamente visitó San Sebastián en el estreno de esta película. Un chaval que sabe interpretar, diría que se mete demasiado en su papel. Un título que nos recuerda a restrospectivas, a ciclos de cine, al cine más convencional pero agresivo y vanguardista, sobretodo en su forma. Muy recomendable para todo aquel que quiera cambiar de idea sobre las maneras de hacer cine en Francia, en europa en general. Sin embargo no tendrá ese aroma de corte independiente a pesar de que se pueda considerar como tal.

Nominada en el Festival de Cannes 2008 a la Palma de Oro, esta película es de las que se saben pasear por los festivales y dejar buen sabor de boca. De esas que tienen su propio camino y queda en la mente del espectador con muy gratos recuerdos. Pero no es una ganadora. Porque no necesita serlo. Su director Philippe Garrel (El hijo secreto) que cuenta con títulos a sus espaldas de sobra que le consolidan para que sepamos que es un director con maneras más tradicionales pero que nos impactan. Clementine Poidatz (Maria Antonieta) y Laura Smet (La dama del honor) completan el reparto.

Tradicional cine novelístico muy práctico para todos los festivaleros.