La película es bastante frágil (lo tenía que decir). Tiene sus puntos negros bastante importantes. El primero es su actor protagonista. ¡Es terrible! Es el hermano malo de Eduardo Noriega. Lo hace más o menos tan mal como Liberto Rabal. Además que nos hagan pasar a ese tipo como el gran sex symbol es mucho esfuerzo por parte de nuestra imaginación. Ella ya es otro cantar. Lo hace bastante bien a mi entender.
Otro punto terriblemente negro es la interminable escena de las mujeres de la casa hablando, recitando la más larga serie de topicazos sobre la pareja (concretamente sobre “ellos”) que veía yo desde la última vez que vi las “matrimoniadas” de noche de fiesta. Ganas de gritar. En general todas esas escenas con esas mujeres que están de vuelta de todo me parecen detestables, aburridas y muy artificiales.
Lamentable la escena de mendigar abrazos, en todos los sentidos.
No me gusta el vómito, me parece de muy mal gusto, y simplemente “feo”. Con uno bastaba, ya cogemos la idea.
Se nota el bajo presupuesto en demasiados momentos. El principio con los niños parece un anuncio de cuajada santi de la ETB.
Para lo bueno, me parece una película curiosa, que a pesar de tratar un tema como el de “la belleza está en el interior” y, aparentemente, tratarlo con tanta ingenuidad, creo que termina dándole su gracia. Y para esto y para más creo que es muy interesante la opción de la película. Me gusta especialmente ver al protagonista arremeter con la espada contra la cámara y cabalgar a por su amada. No puede expresar más tajantemente el sentimiento interior del personaje. Entre tajante e irónico.
Me gusta que hable del cine porque soy un cineadicto, como muchos por aquí.
El final “sexto sentido” me ha dejado un poco frío. A ver si me he perdido algo.
La cámara se mueve con mucha gracia y los primeros planos de personajes no sólo protagonistas, son muy poderosos (y abundantes), con esa luz y esa nitidez. Me gusta toda la luz de la película y su fuerza visual, muchas veces reñida con su bajo presupuesto. Muchas cosas buenas y muy buenas y otras tantas malas y muy malas. Lástima. Eso sí, es distinta y seguramente el capullo de Ulloa volverá a convencerme la próxima vez. Sobre todo si se dedica al capitán trueno (que en parte ha rodado en esta).