Película trampa. De esas que se supone que te van a gustar o te tienen que gustar pero no te gustan. No es que no te haya convencido, es que no te ha llenado lo que pensabas que te iba a llenar. Mis dudas están ya claras.
En cuanto a su director parece de garantías, Joe Wright, pero es que se ha movido en cine de época, donde la cámara es buena pero se ciñe a las necesidades del género. En esta película moderna igual hacen falta más y más intensas maniobras y no tanto plano conversación y cara de tristeza.
Esto me lleva a pensar que esto es cosa de dos, de Robert Downey Jr (Tropic Thunder) y Jamie Foxx (Ray). Ambos creíbles, ambos suficientes y triunfales, pero también pesados como se tiren todo el día bla y bla uno enfrente del otro. Por mucha pirueta de fotografía cansará.
Parece ser una mezcla entre Shine y Mirada de Ángel, pero con compromiso por una historia real que tiene que llegar clara y bonita a un público harto de historias reales. No sé por qué me da que no me va a llegar. Una nota justa y a volver a empezar, a volver a tocar. Y es su tercera película importante. En la tercera no se puede fallar o no levantas cabeza.
Expiación y Orgullo y prejuicio quedan muy lejos en el tiempo y en la propuesta.