El thriller sicológico es probable uno de los géneros más trillados de la historia del cine. Y eso ya es mucho decir. Sólo existen dos razones para realizar un thriller sicológico en el año 2008: la primera es utilizar el género para otra cosa, como en el caso de Zodiac, por ejemplo. Y la segunda es dominar los mecanismos del género y hacer una película perfectamente ejecutada.
La película que nos ocupa no elegirá la primera opción, eso seguro. Respecto a la segunda, es difícil hacer una película tan perfecta como El silencio de los corderos, que además tiene más de 15 años. Con lo cuál lo único que pude ser éste Alphabet Killer es una sosísima repetición de algo visto mil veces.
Sin esperanzas en guión ni dirección, sólo nos queda fijarnos en los actores. Tom Malloy y Eliza Dushku son dos desconocidos. El pobre Cary Elwes (que siempre tendrá un lugar en mi corazoncito por La princesa prometida), vaga por los rodajes de mal en peor y Timothy Hutton... ¿Qué ha hecho Timothy Hutton interesante?
Lo dicho: una película trillada, mil veces vista y sin punch ni en la historia ni en los personajes. Totalmente prescindible.