Apuntándose a la moda de los nuevos tiempos de Hollywood, a alguien en la Meca se le ha debido ocurrir que el público estaba en ascuas por conocer el comienzo de la historia. Pues bien, permítaseme coger la bandera de aquellos que opinamos que no, que ya sufrimos en exceso con las secuelas de la película de Friedkin, un esforzado intento el de Boorman con "El exorcista 2" y una piltrafa de celuloide en la tercer parte que se rodó en la década de los 90; por si esto fuera poco, ya nos tuvimos que tragar los 11 minutos nuevos de la genuina primera película...Vamos, que no hay más en ese bote, por mucho que ahora nos traigan esta bonita "precuela".
El responsable de todo esto es el productor James G. Robinson, que, para más INRI, ya estuvo de productor ejeuctivo en "El exorcista 3". Al pobre Renny Harlin le tocó la "chochona" cuando se tuvo que hacer cargo de un proyecto que ya estaba empezado. Es lo malo de ser el director de uno de los mayores fiascos comerciales de los últimos veinte años: "La isla de las cabezas cortadas". Por no mencionar, no cabe ni mencionar a ninguno de los actores principales. Lo único que se puede salvar de todo esto es la fotografía de Vittorio Storaro ("Dick Tracy", "Goya: luces y sombras", "El último emperador" o "Apocalypse Now"). Todo un gigante del cine al que parece haberle seducido esto de meter miedo con la luz. Ya se sabe: rarezas de los genios.
Con todo, un producto que no merece ninguna atención. Ahorren sus dineros para otros títulos en cartel.