Una de las peores cosas que se puede decir de esta película es que podría haber sido mucho mejor.
Los actores están muy bien, aunque físicamente no sea la mejor elección Gael como uno de los iconos del siglo XX tan en la mente de todos. Aunque quizá por eso mismo no se han molestado en imitarle demasiado.
La película tiene la virtud de llevar una interesante carga social sin que ello lastre su condición de película, y es que está muy de moda sacrificar el cine mismo por hacer gritos de denuncia. No entraré en el consabido tema de los caracoles ni en asuntos similares. El caso es que, tal y como yo lo veo, el mérito consiste en hacer un película con valor como película que además proporcione una visión de la pobreza y la injusticia. Una especie de turismo social bien hecho. Brillantes fotos sin color.
Lo que más me interesa de la película son los detalles que conforman la futura personalidad de un personaje tan emblemático como es el Ché. Como cuando vemos a Anakin en la nueva trilogía, pero bien hecho. Ver esa transformación es interesante.
La película tiene momentos emocionantes bien enfatizados por el director. En general resulta una buena película, aunque con una trama finalizada sin demasiada fuerza (toda la que puede tener la historia diría yo). Lo que sí me gustaría realmente es que esta fuera la primera de una tetralogía sobre el personaje. Pero me temo que no va a ser así.