Mendes y Deakins, muchos kilates para Bond. Que un clase A como Mendes acepte dirigir una de Bond ha elevado las expectativas respecto a lo que Skyfall pueda ofrecer. Además, ha convencido a Bardem (que hasta ahora había rechazado el "cine de palomitas" incluso cuando el que llamaba era Spielberg -Minority report-) para ser el malo de turno.
En resumen, el objetivo es recuperar las buenas sensaciones de Casino Royale (si bien a un servidor Quantum of Solace le pareció una película peor pero con secuencias de acción mejores que las de Casino Royale) pero añadir el caché, elegancia y clase de Mendes y Deakins (el primero dirige, el segundo es uno de los grandes Magos de la Luz del momento).
En cuanto a la historia, intentar afianzar las dudas y la evolución de Bond al imperturbable sicario que todos conocemos de años y décadas anteriores pero buscando un perfil más sombrío y oscuro para el conjunto. O sea, lo que Casino Royale anunciaba pero aún no han logrado consolidar.
Del éxito de esta apuesta depende que algún día los Broccoli logren su sueño: Fichar a Nolan para dirigir una de las aventuras de la saga.