Crítica de la película Katmandú, un espejo en el cielo por Hypnos

Sin hacer excesivo ruido se cuela en la cartelera la nueva película de Iciar Bollaín, una de las consideradas como directoras de peso de la cinematografía española. Atendiendo a su filmografía sorprende que haya pasado tan poco tiempo entre su anterior trabajo, También la lluvia, y éste, que comparte, en su planteamiento, la foraneidad y la idea de echar una mirada desde el Primer Mundo al llamémosle otros mundos.

La película, escrita por Iciar Bollaín, supone la adaptación a la gran pantalla de la vida de Victoria Subirana que, en esencia, trata de esa misma historia ya conocida que es la de encontrar el sentido de la vida de uno en aquellas cuestiones y geografías en que se cae todo el sistema de valores del mundo llamémosle occidental.

Esto supone una gran oportunidad para cámara mediante acercarse a un mundo con ojos de extraño y dispuesto a que todo nos llegue con mayor facilidad y que sea más fácil epatar y trabajar el sentimiento y el lacrimal. Quizá el planteamiento de También la lluvia era más elaborado y aquí estamos en algo más inmediato y más directo, lo cual creo que tendrá como primer pega el hecho de que la película sea superficialmente sentimental y, en resumen, sea la visión de un occidental sobre cuestiones que requieren de una mayor elaboración que caer en los estereotipos de lo que cualquier espectador puede pensar de Katmandú. Aquí no se trata de sumergirse en un trabajo documental sino que se intenta jugar a la ficción y una vez se entra en dicho partido no vale con mostrar sino con indagar. De ahí que crea que el trabajo de Bollaín no vaya a enseñarnos nada ni a remover nada en nuestro interior.

A uno le parece que quizá el cine más interesante que planteó esta directora con Mataharis, sin tener en cuenta esa efectista película que era Te doy mis ojos, se está perdiendo con este nuevo enfoque de sus últimas películas.

La película cuenta con dos nominaciones a los Goya. Una por la adaptación del guión y otra por la interpretación de Verónica Echegui que se erige en protagonista absoluta en uno de esos papeles bombón que esperemos no se nos empalague. La Echegui, que saltó a la fama con Yo soy la Juani, no ha terminado de encauzar una carrera constante y creíble aunque es de destacar su presencia en Verbo y en la producción estadounidense The cold Light of Day está aquí ante su oportunidad de volver a brillar en una película centrada exclusivamente en ella.