Decididamente, esta no es la mejor película de Woody Allen. Me parece bien que a sus años le haya dado por investigar “el cine convencional”. Porque él ha escrito comedias, ha realizado películas mágicas, serias, ciencia ficción, ¿históricas?, terroríficas, políticas, musicales… pero siempre han sido diferentes o al menos han tenido vocación de serlo.
Está claro que en esta última etapa suya busca deliberadamente contar esas historias que nunca han tenido cabida en su cine, argumentos sencillos con un desarrollo convencional. Apenas un punto de chispa diferente que sirve como motor pero, que no influye al resto de la película. No me parece mal, para él, en este momento de su vida, crear algo convencional es una acción diferente.
El problema es que con esta película ha conseguido que, por convencional, nos sepamos muchas de las situaciones y de las reacciones de los personajes, lo que hace que muchos momentos resulten aburridos, sobrantes, rutinarios. Quizá lo peor es que muchos resulten además impersonales. Aunque sigamos reconociéndole en muchos, en el plano inicial antiestético y directo, en la relación del matrimonio, en la fascinación por la actriz de teatro...
Ewan McGregor no ayuda con esas sonrisas tontunas heradadas de Big Fish. Que se reconduzca por favor, allí tenían sentido, aquí no. Colin Farrell, con un papel de perdedor buenazo y algo atontado, muy parecido al que realizó en Una casa en el fin del mundo, no está mal pero tampoco es una maravilla y la película necesita que lo sea. Tom Wilkinson cumple con su rol caricaturesco, uno de esos personajes carismáticos de los que se habla abundantemente, antes de que hagan su aparición.
La película se salva por sus diálogos bien terminados, por conseguir mantener el interés a pesar de algunos momentos flojos. Se salva por algunos brillos puntuales, por el tono elegante. Se salva por trabajar los sentimientos de los personajes más que la trama. Sin duda, para mí es la peor muestra de su etapa londinense, y una de las películas menos interesantes de su filmografía, lo cual significa que es un film normalito.
Veremos que tal le va en su andadura barcelonesa, ojalá vayamos a mejor.