Esta es una de esas películas de terror comerciales y con caché. Con ello no quiero decir que nos hallemos ante productos (ahora que se ha puesto tan de moda el término) tipo "Scream" o "Sé lo que hicísteis el último verano", sino más bien a productos gore hechos con clase y estilo y un poquito de imaginación, pero siempre en los límites de lo permitido por la industria que, al fin y al cabo es la que pone la pasta, y del público en sentido más amplio que el que se puede dar cita en la Semana de Terror en el Principal.
La película es uno de los éxitos del cine europeo del año, que ya ha pasado por el Festival de Locarno y que ha ganado premios en el Festival de Cine Fantástico de Puchon.
Su director y coguionista es Cristopher Smith, que le sacó chispas a su ópera prima "Creep". Sus actores no son conocidos rostros, a excepción de la televisiva Laura Harris, a la que hemos podido ver como Marie Warner en la exitosa serie "24", o que ha participado en varios episodios de "La zona muerta"; junto a ella veremos a los semidesconocidos Danny Dyer, Andy Nyman o Toby Stephens.
La verdad es que cuando en esta película me viene a la mente "Fair play", y creo que tendremos una película que gustará pero que siempre tendrá el freno puesto sabiendo de antemano hasta dónde puede llegar. El tratamiento visual será bueno y tendrá ese maravilloso humor negro británico en una cinta que cumplirá y con la que nadie creo que se llegue a entusiasmar demasiado. Desde luego una buena opción si no eres un fan del terror.