No ha sido lo que me pensaba. Esta película, desde luego, no va en la línea de un humor tontorrón y una acción poco creíble. Más bien es todo lo contrario. Su acción es totalmente creíble, y sus dosis de humor están filtradas de la manera más acertada posible.
Personajes. Por encima de todo, ésta es una película de personajes. Y a mí eso me encanta. Gozo como un enano cuando un director se esfuerza por mostrarme el interior de un personaje. Y eso es lo que me sucede con el personaje de John Cusack, que llega un momento en el que creo que lo conozco desde hace años. Me encanta ese personaje de antihéroe. Un hombre, no ingenuo para ser Wichita, pero tremenedamente ingenuo para ser de donde es. Muy paradójico. Lo mismo me resulta con el resto de personajes que desfilan por la película. Desde Vic al matón, o a ese grandísimo Oliver Platt, el hombre que le arrebató a su mujer. La humanidad de los personajes rebosa la pantalla. No hay una acción de héroe de acción, sino pensamientos, acciones y reacciones de lo más humanas. La forma en que Cusack desconfía de Billy Bob Thornton, en que se deja engatusar por Connie Nielsen.
Igualmente, la película está construída y sustentada en las sólidas bases de los thrillers de los 90, al estilo de "La última seducción". El thriller más directamente relaiconado con los mecanismos del género del cine negro. Estos mecanismos hacen que la película funcione y sea ágil bajo una mirada reposada e indagadora, la de Ramis. No le importa generar carga sensual y sexual, ni meternos planos largos de miradas, o de cómo deja unos regalos Cusack junto a un oso en un árbol de navidad.
No obstante, estos mecanismos que aplica lastran también la película. No me gusta al final esa femme tan fatale que es Connie Nielsen. Ese tópico personaje de voy a hacer que cada vez que hable conigo me la pongas dura, y en mi cabeza todo está perfectamente organizado y todo saldrá a pedir de boca. Cuando la película toma estos derroteros baja en mi interés. Principalmente, porque no sé qué me da a mí que a Ramis esto no le interesa nada. Que lo que él quiere hablarnos es de personas y situaciones límite en vidas tranquilas.
Para terminar, no me ha gustado tampoco el momento en el que Cusack se da cuenta de todo el engaño y el montador nos lleva a recordar los momentos clave y todo esto. Resulta ya muy molesto.
En definitiva, una película con muchos puntos interesantes, que se ve de un tirón y que no se agota en un primer visionado. Es un tres, pero rozando mucho muchísimo el cuatro. Una afortunada elección de cartelera.