Podría haber sido peor. Podría haber tenido el ritmo frenético estándar de todas estas películas, pero no, empieza con tranquilidad, algo poco frecuente en el género. Quiere ser diferente y hasta cierto punto lo consigue... pero termina teniendo muchos defectos.
Repasemos. Por supuesto la trama no tiene ni pies ni cabeza... pero tampoco pretende tener sentido, pasemos con permisividad este punto. Los actores: A pesar de que Josh Hartnett aguanta bastante bien su precario personaje protagonista (parece que este chico vale) y Morgan Freeman hace de Morgan Freeman (esto no sé si es bueno o malo), y a pesar de que Stanley Tucci quede tan bien en pantalla... tenemos a un (Sir) Ben Kingsley que en la última recta del film nos obsequia con una actuación... un tanto peculiar. A este hombre deberían controlarle la medicación. Bruce Willis nos demuestra definitivamente lo tremendamente viejo que está, haciendo creíble tan solo la escena en la que está en silla de ruedas.
El ritmo pausado que al principio resulta curioso, más tarde se hace tremendamente lento, como es el caso de las larguísimas explicaciones finales para un tema que no tiene demasiado que explicar y que sobre la marcha ha ido quedando bastante claro. Sí, era el crío, claro, ¡no imaginábamos habernos tragado la introducción de gratis! No había que darle tanto bombo. Por cierto, la historia del Willis melenundo con su nuevo adoptado al que enseñará a ser un criminal, al más puro estilo "Camino a la perdición" me hubiera interesado mucho más.
Sin lugar a dudas, lo peor lo encontramos en unos diálogos de guionista haciendo guiones, aquello de la licencia poética que alegaba el protagonista de "Balas sobre Brodway". Continuos intentos de ingenio y búsqueda de sonrisa que me temo no han conseguido encontrarla en mí ni tan sólo una vez. Absurdas referencias cinéfilas en las conversaciones, como la de Bond o "Con la muerte en los talones" que sólo buscan alabar el ego del espectador que las sigue, y que están incrustadas a golpe de teclado.
Por supuesto, la película tampoco nos ofrece nada nuevo. Cae en todos los tópicos de este nuevo género de comedia gangsteril urbana que ya habíamos anunciado.
Por los molestos diálogos, por el dilatado final y por ese par de estúpidas actuaciones que queda en dos estrellas (mala).