Esta película me apetece muchísimo y le tengo unas ganas terribles.
Si os soy sincero, descubrir esta película en el programa del Festival de Venecia de 2006 me supuso una sensación cercana a la resurrección de Lázaro.
Yo creía que Emilio Estévez estaba bien muerto y bien enterrado cinematográficamente hablando. Y eso que no era un actor que me disgustase, y que forma parte de gratos recuerdos con películas como Rebeldes, Freejack o Arma joven.
Pero fíjate cuál es mi sorpresa que Estévez sigue vivito y coleando, y con el caché suficiente como para embarcar a una lista interminable de actores en un interesantísimo proyecto.
No voy aquí a contar la sinopsis de la película y sólo diré que Estévez se ha propuesto contar nada más y nada menos que el momento en el que la sociedad estadounidense pierde su inocencia, tomando como referencia un hito histórico importante, y a la manera tan brillante en la que ha trabajado Peter Morgan con su guión de La reina.
Los actores y actrices...el propio Estévez, Laurence Fishburne (Misión Imposible 3), Anthony Hopkins (Alejandro Magno, Burt Munro: un sueño, una leyenda), Helen Hunt (Good woman), Ashton Kutcher (El guardián), Lindsay Lohan (Devuélveme mi suerte, Chapter 27), William H. Macy (The cooler), Demi Moore (Mr. Brooks), Christian Slater (He was a quiet man), Elijah Wood (Todo está iluminado), Martin Sheen (Infiltrados), Sharon Stone (Instinto Básico 2) y algún otro que me dejo en el tintero.
La máxima: reparto coral y cruce de historias con la mayor presencia de papeles secundarios golosos por metro cuadrado.
Todo apunta genial, salvo que en su apuesta está el riesgo y en su virtud es más que probable que encuentre su contra.
La película se estrenó sin un montaje final en Venecia, que gustó, y que parece que luego no fue retocado todo lo que quería Estévez.
Unas circunstancias que me llevan a pensar que el acabado final será obtuso y que alternará grandes pequeñas historias como otras de relleno, en las que poco más que al actor famoso de turno veremos.
La coralidad tiene un riesgo y no todo en ella es virtud.
De todas formas, una excepcional manera de reflexionar desde una butaca de cine.
¡Nos vemos en el cine!