Crítica de la película Una vida por delante por Iñaki Ortiz

La verdad es que esta historia no ofrece nada nuevo, al menos como historia. Las reminiscencias a la propia obra de Hallström (un inicio y planteamiento similar a “Atando cabos”, la madre e hija errante por la soltura de la madre de “Chocolat”), las típica y a veces hasta tópicas relaciones encontradas que poco a poco van puliéndose hasta ser todos de nuevo una familia. El maltratador en busca de su presa. Ya lo hemos visto muchas veces, y en el mismo orden.

Alguien me dijo después de ver la película que esta era muy previsible. Y yo me digo, sí y no. Es cierto que en todo momento cualquier espectador levemente versado en la materia es capaz de ir adivinando con cierta antelación lo que va a ir sucediendo. Es cierto. Pero también es cierto, o eso creo yo, que esta era precisamente la intención del director. Durante toda la película creo que no hay una sola información que te la de sin más. Primero te la sugiere un poco, luego un poco más y al final ya te la da. Para que vayas temiéndote que el hijo murió en un accidente y ella conducía. Algunos lo cogerán en las primeras insinuaciones y otros casi al final, pero casi todo el mundo tendrá la información en su poder antes de que se la confirmen. El oso atacó al maltrecho Freeman, pero esto lo vamos viendo poco a poco “debí matarlo hace un año”, etc. Todo esto me gusta mucho, es una manera de transponer el transcurso del guión en la mente del espectador. Vale, no es nada nuevo, pero está muy muy bien.

La historia será muy convencional pero está muy bien contada, con ritmo que no aburre, con momentos entrañables, dramáticos, en una palabra: intensos.

Y para intensas las actuaciones de ese par de monstruos y no me refiero al oso Bart que también está muy bien. Me refiero a Freeman y Redford. Seré un mitómano pero Redford me parece el champán (y la mierda no es nadie en esta película). Y es que hasta la López está más que convincente.

Hablando del oso, tremendo. Esa personificación del rencor y el odio de Redford enjaulado me parece soberbio. Simbología que es parte de la historia también como a mí me gusta. Y esta parte me parece también original.

No me gusta lo mismo que comenta Hypnos. El ex volviendo al final. Con lo bien que había quedado la forma en que lo echan entre Redford y el policía. Pero supongo que la película necesitaba un final y ese es el que le han dado.


Chocante la ambientación del nuevo Hallström en el mundo Malboro. Con ese Redford que parece que en cualquier momento se va a poner a susurrar a su caballo, con su cazadora marrón cabalgando por esos paisajes. Pero lo mismo da, la verdad, que esté ambientada aquí o, como su anterior película, en un ambiente pesquero. Lo importante es que contamos con un guión sólido, unas grandísimas interpretaciones y un pulso firme en la dirección.

Un poquito de originalidad es mi reparo ante esta película.


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