Tal y como comentaba mi compañero Rómulo, el hecho de que esta película lleve la firma de Nora Ephron adelanta mucho trabajo al precrítico. Su estilo es reconocible y exento de riesgos, y a quien le hayan gustado sus anteriores trabajos (Embrujada, Colgadas o Tienes un e-mail) tienen un valor seguro en cartelera.
En mi caso, ninguna de sus anteriores películas me dice algo o me motiva lo más mínimo. Embrujada fue una adaptación bastante desastrosa, y de Tienes un e-mail sólo puedo decir que es una actualización bastante sosa de la superior El bazar de las sorpresas de Ernst Lubitsch.
No obstante lo anterior, lo que sí me llama más es la presencia de Meryl Streep, en un papel que en los mentideros de Hollywood ya se aventuran a otorgarle el carácter de oscarizable, y de Amy Adams, una joven actriz que ya demostró su capacidad en La duda, dándole la réplica, precisamente, a la propia Streep. Cierra el trío Stanley Tucci, del que recuerdo su papel de Nigel en El diablo viste de Prada o de Frank Dixon en La terminal.
Y lo que termina de despertar mi interés está en el hecho de que la película se conciba como un duelo interpretativo desde el mismo título: Julie & Julia.
La película está sonando con cierta fuerza de cara a los Óscars 2010, y a quien el tono blanco de Ephron no le lastre se encontrará con una película correcta e interesante.