Sin hacer demasiado ruido se cuela en nuestra cartelera la última película de Stephen Frears, el director de "Las amistades peligrosas" como les gusta recodar en la publicidad. Un director que ha demostrado más de una vez ser interesante en su cine de relaciones personales. Un ejemplo relativamente reciente de una película suya, pequeña y discreta, a la que le tengo cierto cariño es “Alta fidelidad”, con John Cusack.
Lo que me espero en esta película es algo a medio camino entre una y otra. Una producción media, con cierta dosis de espectáculo, que vendrá dado por las representaciones un tanto particulares en el teatro de la Sra. Henderson. Pero sobre todo una película con personajes de cuatro dimensiones, y las interesantes relaciones entre ellos. Todo ello sazonado con una pizca de humor, no demasiado o podría resultar indigesto.
La protagonista, nominada al oscar por esta película en la categoría de mejor interpretación femenina (que finalmente recayó en esa rubia muy legal), es Judy Dench, una presencia abrumadora, contundente, dura, alguien que puede decirle al agente 007 lo que debe hacer. Claro que tratándose de Daniel Craig es más fácil, pero esto ya es otra crítica.
Para acompañarla tendremos a Bob Hoskins, un tipo que le da a todo, que debió quedar tocado en su día por compartir protagonismo con un conejo.
No espero nada exagerado de esta película pero tampoco creo que vaya a ser mediocre. Una buena película más, que no es poco.