Iñárritu se va acercando a ser cada vez más perfecto, poco a poco y rápido, me convence cinematográficamente, y con ese estilo que ha aprendido a captar la atención entre fuerte y nebuloso, véanse los ejemplos de "Amores perros" o la grande "21 gramos".
En esta ocasión no sólo le confían la capacidad sino que se la entienden como merecedora de repetición y le dejan de nuevo campar a sus anchas, ahora tan sólo con más publicidad y glamour. Brad Pitt (el mismo de "Troya", "Ocean´s Twelve" o la próxima "El asesinato de Jesse James" entre otras) será un componente de atracción en la taquilla pero también como ha demostrado, un estandarte de buena actuación, consensuada con dirección de actores magistral, y un despiste minoritario en el film de su función en una película que parece profundizar de nuevo en lo más y menos noble del ser humano.
Cate Blanchett (próximamente en "The good german")puede ser también el personaje sorpresa porque esta actriz parece poseer el clima necesario que transmite este director de intenciones precisas, como apoyo a otro cuadro actoral menos conocido que una las tres historias de nuevo cruzadas en la búsqueda de un mensaje final. Si lo que quiere demostrar es una vez más la absoluta ligereza de un ser humano olvidado, sin capacidad de manetenerse ante su destino o el mundo que le rodea, seguro lo va a conseguir.
Su cine plantea dilemas éticos, personajes que no pueden superar cuanto no hay más remedio que les suceda, y una conciencia de planeta conjunto que intentará de nuevo acercarnos más, dejando a un lado los egoísmos necesarios para seguir en pie en el mundo que hemos recibido como herencia. Todo esto unido, a mí manera de ver, a una excelente manera de construir narrativamente y una manejo de la cámara cuando menos podría decir que eficaz y con sentido, no sólo muestra sino enseña.