Puede resultar arriesgado ver un título como este. Rescatado del año 2006, con un director novato y una temática podríamos decir, no muy atractiva. Pero mi poca experiencia me ha enseñado, que el cine oriental puede depararnos las más gratas sorpresas.
Desde China, nos llega esta comedia dramática dónde los extremos y las diferencias de una sociedad dividida entre la tradición y la modernidad chocarán inevitablemente. Desde luego, nada tendrá que ver con mi amado Wong Kar Wai y su poesía visual, pero puede que se acerque mas al cine social que Yimou Zhang nos mostró con Ni uno menos o El camino a casa.
Una película dónde no faltarán enseñanzas. Espero que sepan darle un cierto tono pintoresco y divertido a un extraño viaje al que deberemos acompañar a los protagonistas. Para un visionado tranquilo y sin mayor propósito que esbozar breves sonrisas y quedar con un buen gusto en la boca.