Extrañamente esta película francesa consigue colarse en nuestra cartelera sin traer mayor aval. Lo consigue a priori, veremos luego en qué sala se puede conseguir.
Tiene, eso sí, tres nominaciones a los César, los premios franceses, pero no se hizo con ninguno de ellos. Su director, Denis Dercourt, ha rodado un pequeño número de películas que, en general, no han tenido presencia en nuestro país. Entre ellas, la más destacable podría ser Lise et André.
También es guionista, compartiendo responsabilidad con Jacques Sotty, que no tiene un trabajo anterior. Se puede decir que esta película viene sin precedentes notables. No hay caras conocidas, al menos no para nosotros, en el reparto, aunque sí hemos podido ver antes a la mayoría en otras películas francesas.
La protagonista Catherine Frot, ha rodado una gran cantidad de películas, aunque muchos telefilms. Con muchos menos trabajos, a Déborah François la podemos ubicar mejor, concretamente con la película El niño, que entre otros muchos premios ganó la palma de oro en Cannes 2005. A Pascal Greggory le podemos ver en La vida en rosa.
Con esto llega a nuestro país y espero que tenga que ofrecer una historia interesante y una buena película sobre una pasión obsesiva y una decidida rabia calculada. Importamos mucho cine del país vecino pero normalmente suelen ser películas con cierto curriculum o comedias tontorronas, esto no es ni lo uno ni lo otro. Un guión consistente y una buena factura deberán ser la razón esta vez.
Un título original más sutil y certero: “La que da la vuelta a las páginas” nos indica la finura de la obstinación de un personaje humillado. Como siempre, animo a mis lectores al riesgo.