Cine finlandés con premisa arriesgada: así es como Miika Soini entra en esto de hacer cine. Sin duda, ésta es una de esas películas por las que apostar (o no) en el Festival de San Sebastián. Apostar (o no) porque realmente uno no sabe en qué basarse para ver (o no) la película.
El espectador que se acerque al Festi a ver ésta película no debe esperar una película perfecta. Ni siquiera una película buena. A éste tipo de propuestas a lo que hay que ir es a ver riesgo e ideas nuevas.
Al menos yo me acercaré con ésta actitud. Por eso mi puntuación final depende de si la película acaba cumpliendo éstas espectativas o no. Lo que no podría aceptar es una película clasicorra y poco arriesgada...
Riesgo es riesgo.