El hongkonés Johnny To es conocido por la gran masa, apartando a sus amantes del cine asiático de acción, por su entrada internacional más laureada Election, que luego fue llevada a la segunda parte Election 2 en claro declive para el gran público, pero al parecer aún vivo para sus eternos seguidores. Cine de acción de triadas, al estilo oriental que no llama a los profanos y encandilas a los seguidores aférrimos.
En esta ocasión se nos presenta con otro traje de gala, separándose del normal vestido de guerra, para traer un thriller oscuro a las grandes pantallas tratando supongo que mejorar o cambiar. Dominador de la técnica necesaria para usar la cámara con alegría necesaria en la violencia, igual quería retarse para colocarla al servicio de diálogos más calmados y menos perfectos de matón de tres al cuarto.
Con una estrucutra extraña, cambiando el registro habitual parece que ha conseguido captar la atención de muchos, dejando la historia, algo menor, a la altura de no cualquier film pero sí de muchos de este género. Si lo único que le diferencia es su forma y montaje, bienvenido sea, pero yo siempre digo que la cabra tira al monte y por mucho que haya mejorado o disfrazado sus tendencias acabará por ser un film no lo suficientemente grande como para atraerme con garantías. Sin duda será una curiosidad bien elegida pero que no me aportará más que en algún momento, pero sigo pensando que la clave es la trama y el guión, siempre es necesario.