No quiero decir con esto que “Lost in Traslation” sea una de esas películas aburridas para intelectualoides de festival. Tenía, lo que se podría denominar momentos Bill Murray llegando a producir la carcajada en algunos de ellos, y, en general, los diálogos por sí solos mantenían el interés. Pero claro, “Lost in Traslation” no es lo de siempre (y llegados a este punto recuerdo el aviso de que esta crítica puede revelar detalles de la película), aquí él no termina decidiendo perder el avión y dejarlo todo por ella. Aquí no se funden en una tórrida escena de sexo olvidándose de lo demás. Aquí la infidelidad aparece en el rincón más insospechado de todos los que acechaban, ni el marido de ella ni la mujer de él son realmente unas personas detestables. No podremos encontrar tampoco el drama forzado, sino sólo el de la propia trama, sin extralimitarse. Esta película en algunos momentos es tan real que duele. Y esa es para mí la mayor virtud de “Lost in Traslation”. Consigue que tan sólo una ligera caricia en el pie resulte más intensa que una escena de sexo brutal. Consigue que un beso corto, y me refiero al beso final, sea más esperanzador que un final feliz, por ser sincero, por ser el beso de dos interiores atormentados, perdidos, que han encontrado lo que necesitaban y que lo van a perder para siempre.
Los actores están muy bien, no sé si tan bien como los premios aseguran, pero están muy bien. Bill Murray aporta su capacidad humorística, pero esta vez dentro de unos límites necesarios, y sabe expresar sentimientos complejos. Y en cuanto a Sophia Coppola (la reservo para el postre), ha conseguido convencerme de ver su próximo trabajo, sea cual sea. Ha demostrado tener grandes capacidades y sobre todo algo muy importante, tener un estilo muy personal. Una forma de hacer cine especial, creando un universo curioso y un ambiente como anestesiado. Creo que ha hecho una película muy sincera y limpia que nos habla de la incomunicación, que simboliza, a la vez, con los problemas de traducción. Y sobre todo, creo que es un trabajo arriesgado en los días que corren, espero que los oscars no se olviden demasiado de ella.