Son of Babylon no es una película al uso del comercio y mercadeo del cine actual en los países occidentales. El film nos muestra un Iraq tras la inmediatez de la caída del régimen de Sadam Hussein, y logra, con un niño y su abuela, un viaje de muestra de la guerra y el camino de los que no conocen la forma de escapar de ella.
Tratando de ser preciosista y no tan seca como producciones del mismo origen y entorno geográfico, conjuga el misterio de aquellos días, la curiosidad de lo que desconocemos y el exotismo de una forma de trabajar el cine que nos puedes llenar de forma grata.
Acondicionada para espectadores pacientes y analistas, no será una película cómoda pero tampoco un esfuerzo tal como para jactarse de haberse reducido a los subtítulos de un film extrañísimo que otros no ni se atreverían. Esta película es sobre todo el lanzamiento de un cine en un país donde no lo había. Quizás lo malo, cierto sesgo para con algún lado del país, pero eso ya es algo que no notaremos demasiado si no incidimos en ello.