Y es que esta película se ofertó en la generalmente poco atractiva sección de Horizontes Latinos del Festival de Cine de San Sebastián 2006 y no me dió el horario para poder verla, donde, por cierto, se llevó una Mención Especial.
Una auténtica lástima que veo puede ser enmendada gracias a que se va a estrenar en cines. ¡Todo un logro en nuestros días de terceras partes!
Esta película cuenta una historia de supervivencia y a la vez tiene una historia de supervivencia, de lo difícil que es terminar un trabajo y lo laborioso que es conseguir que tenga repercusión.
Francisco Vargas, director de esta película, realizó con la misma historia en primer lugar un cortometraje que venía a ser su tesis de fin de estudios cinematográficos.
Así, como corto, fue visto en Cannes en el 2005 y también fue presentado en el Festival de Cine en Construcción de Toulouse, donde fue premiado y dio el salto al largometraje.
De esta manera, como largometraje, volvió a Cannes en el 2006 y compitió en la Sección paralela de Un Certain Regard, compitiendo por la Cámara de Oro, y llevándose finalmente un premio como Mejor Actor para Don Ángel Tavira.
Su último impulso se lo llevó en los Ariel, los Oscar mexicanos, donde esta película obtuvo el de Mejor Ópera Prima, Mejor Actor Secundario y Mejor Guión Original.
Una historia rodada en blanco y negro en la que no encontraremos un guión perfecto, pero sñi un fino trabajo de estiramiento sin que se note, unas actuaciones más que creíbles, y una manera de relatar un conflicto social actual a la manera de un realismo mágico atemperado.
Lo que va a primar no va a ser el realismo del medio, sino el del mensaje. Ese es el cine que me gusta.