Crítica de la película River Queen por William Munny

En general se trata de un film con grandes pretensiones que se acaba apagando poco a poco, cuando en realidad debiera de hacerse más y más grande. Con una primera parte demasiado narrada y rápida, el espectador puede optar por esperar y tener paciencia o simplemente empezar a sospechar. Sin buena presentación de personajes, cuesta entrar en la dinámica de un mundo con cuatro imágenes de pasado mal recordado en pantalla.

Aunque las mejores de las intenciones reconocen la película en un estímulo de historia complicada y bonita, lo cierto es que todo avance dramático es demasiado obvio y vacío, amparándose en los brazos de Samantha Morthon que no puede con todo el peso, no puede sentir por nadie más que por ella.

Los capítulos finales son dignos en ocasiones de sonrojo, en forma de enfermo jefe que no consigue trasladar ni por asomo la magia de su personaje. Se salva el niño y la relación con la madre, en medio de un fuego cruzado torpe de uniformados que aparecen a convenir de la dirección y no tanto de la historia.

En definitiva un buen intento fallido que nos servirá para saciar alguna tarde perdida