Tras Fuera del cuerpo, Vicente Peñarrocha estrena su segundo largo. Como ya hiciera con su anterior trabajo, además de dirigirlo se encarga de producirlo y escribirlo. Con un reparto desconocido e internacional se trata de un producto bastante original.
Seguramente se trate de otra película más que pase por cartelera sin pena ni gloria, pero en su concepción hay algo interesante: se trata de un thriller fantástico de bajo presupuesto. Soy consciente de que seguramente esto vaya en contra de la película mucho más que a favor. Y es que el mayor peligro del término fantástico es que el guionista tiende a pensar que "todo vale", así que se puede sacar a un personaje de una situación con cualquier excusa porque "es fantástica". Estoy convencido de que los mayores escupitajos al ojo del espectador se han dado en películas fantásticas. El hecho de que estemos ante una película de bajo presupuesto, además, asegura que no se trata de una película tipoLas crónicas de Narnia. Aquí la parte fantástica no se plasmará con elfos o leones que hablan, sino de manera más onírica (término que me da hasta miedo).
En definitiva, una película rara para espectadores que buscan algo diferente y que están dispuestos a arriesgarse a pasar hora y media preguntándose por qué no se han ido a ver Shoot' em up.