El tercer largometraje del director alemán Dominik Moll. Su primer film lo pudimos ver en el Festival de San Sebastián, allá por el 2001, se trataba de una película pequeña rodada en inglés titulada Intimacy que contenía una buena dosis de sexo y desnudos. Era original aunque algo lenta, muy de festival. Tuvo un éxito mucho más considerable con su siguiente película Harry, un amigo que os quiere, esta vez en francés. Se trataba de un thriller con toques de humor, interpretado por Sergi López.
En esta ocasión el director continúa con el thriller, más serio pero con una base argumental muy original, al menos para este género. Promete ser una película interesante, un trabajo que nos aporte algo. Quizá con defectos notables o con falta de ritmo para nuestras necesidades actuales, pero sin duda se tratará de un pequeño escape a tanta autocomplacencia del género.
Se ha nutrido de dos importantes actores. Ella es la conocida Charlotte Rampling, a la que recientemente hemos visto en Hacia el sur y que veremos en Caótica Ana de Julio Medem. Siempre está bien, y ha trabajado con Woody Allen, que siempre es bueno. Él es André Dussollier, un veterano actor francés al que hemos visto hace muy poco en Asuntos pendientes o Largo domingo de noviazgo y a quien podremos ver Private Fears in public places que pasó por el festival de Venecia. Una cara sólida, con trabajos muy franceses a sus espaldas como On connait la chanson y una voz grave imponente que sirve de narrador a Amelie.
Aunque el protagonista no es ninguno de ellos, lo son Laurent Lucas que ya trabajó con el director en su anterior película, la citada Harry, un amigo que os quiere y Charlotte Gainsgourg, que participó en 21 gramos y que pudo encontrarse en Venecia con Dussollier pues ella protagonizaba Nuovomondo que también se presentó.
Intérpretes de calidad, un autor original y un poco de cine francés para quien se quiere tomar un respiro de tanto cine de sensata calidad preoscar.