Está bien empezar por el comienzo: la película está basada en la historia familiar de la guionista, Marie Noëlle que, a su vez, es la esposa de uno de los directores de la película, Peter Sher. El cual empezó en esto del cine de una manera curiosa: estudió Física y realizó su tesis con el premio Nobel Kurt Wüthrich. La otra directora es, ni más ni menos que, la propia Marie Noëlle, que estudió matemáticas.
Siento detener la frugal imaginación de los que puedan ver aquí mimbres para un Primer. Nada más lejos de la realidad. Esto es cine de guerra civil, sí, señor, como el de Los girasoles ciegos. Claro, que aquí hay un matiz: la visión es la de un par de alemanes. Y no creáis que lo digo con afán de desautorizar, sino más bien como pro. Sinceramente, creo que las mejores películas sobre la Guerra Civil no las ha parido el cine patrio. Me voy a lo fácil: Tierra y libertad, de Ken Loach. ¿Polémica? Toda la que queráis, para eso mismo está el foro.
Sorprende ver que también ha metido la mano en el guión Ray Loriga, el inclasificable autor de La pistola de mi hermano o de Teresa, el cuerpo de Cristo. Tranquilos, sólo se ha encargado, en apariencia, de los diálogos.
Pero lo que de verdad le interesa a la gente. ¿Y con quién me voy a pasar yo dos horas en el cine? Pues con María Valverde, a la que yo no veo capaz en una película como ésta, prefiero papeles como los de El rey de la montaña; con Juan Diego Botto (de sus últimos trabajos destaco Véte de mí y Obaba); Ivana Baquero, sí, sí, la protagonista de El laberinto del Fauno; la aportación alemana viene de la mano de Nina Hoss (su gran papel es Yella, también en Las partículas elementales o La masai blanca); Laura Morante, la madre de La habitación del hijo, y a la que los amantes del terror podrán ver en la Semana de Terror en Il nascondiglio; más presencia internacional con Jean Marc Barr (El jefe de todo esto o Manderlay).
Un casting de lujo. Una única pregunta: navegando por la red he encontrado una información acerca de la falta de pago a los técnicos del film. Espero, caso de ser cierto, que ya esté solucionado.
Demasiada papeleta para lograr un buen resultado. Desde la cortina del escepticismo me siento más cómodo.