Si la intención del autor es hacer una trilogía, ésta sería la segunda película, cerca de la muerte y los puntos de vista sobre ellas, sin ser demasiado mal agorero, la duración de estas al menos parece corta. Comenzar con estas intenciones por parte de Ozon delata o un exceso de hego que no debe perder, o una insensatez desmesurada.
En este concretamente se nos muestra el enfrentamiento con la muerte inevitable de un fotógrafo de éxito que no lo cuenta a nadie. Vaya, original lo justo. Aunque la necesidad del director viaje por las escenas que soporten el film con la cadencia triste de sus días, mucho me temo que se quede sin fuerza a la más mínima y una película no puede ser grande por una escena en concreto, sólo recordada.
"5x2" o "Swimming Pool" son productos más sencillos que nos atraen con mayor interés porque se dejan manejar a antojo, pero la muerte, delicada y poderosa, debe condimentarse con mucha entereza y racionalidad a no ser que se haga gore. No sé si Ozon está preparado.