Lo más atrayente de la película de David Von Ancken, director de capítulos en series televisivas como CSI NY, The shield o Numb3rs entre otras, son los dos personajes estelares que se enfrentan en lo caído de sus carreras. Liam Neeson y Pierce Brosnan.
El primero parece que se va diluyendo poco a poco tras sus últimas andanzas como Gangs of New York, El reino de los cielos o Desayuno en Plutón y, que veremos próximamente en el retiro de películas infantiles como Las crónicas de Narnia: el príncipe Caspian. El segundo, trata de seguir trabajando con alegría, y se acerca cada vez más o a todo lo que le ofrecen o al menos a registros distintos como en Matador o El gran golpe.
Se trata de un supuesto western, que siempre es de agradecer, en la época del fin de la guerra civil del ahora territorio estadounidense. Como nos podemos imaginar el duelo puede ser el emocinante centro de una trama que puede ser tan normal como cualquier film de siempre, sólo que con pistolas, para los amantes del género y sus sucedáneos.
No confío, miro con recelo porque es difícil el colocar a dos personajes detrás de un duelo, lejos del mundo de la acción moderna. Ni el presupuesto es demasiado intenso, ni el ánimo de las productoras ha sido tremendo ya que el film, dato a tener en cuenta, es del 2006. Una película más de la cartelera y a pasar de página.