Michael Mann es un tipo que hace las cosas bien. Sus películas son serias, bien terminadas y de aspecto ante todo robusto.
Tom Cruise es, como todos sabemos, uno de los grandes de Hollywood, en cuanto a poder, al menos. Elige los proyectos que más le interesan y no se para a fijarse en tonterías. No voy a decir mucho de él pues todos le conocemos y cada cual sabrá si es santo de su devoción. Sólo diré que sabe lo que hace.
A lo que voy con todo esto es que difícilmente puede salir algo malo, torpe o aburrido de este par, a la vez que es difícil que nos regalen una de las grandes. Los valores son tan seguros que tampoco se arriesgarán con algo demasiado original. Una película completa y muy aceptable es lo que me espero, y me extrañaría especialmente llevarme una sorpresa.