Crítica de la película Recuérdame por Romulo

Se le ve el plumero desde lejos a esta película romanticona. Es casi una cinta romántica al uso. Casi, porque hay una única diferencia, y se llama Crepúsculo.

La saga de los vampiros que matan a los diabéticos con sólo encender el reproductor de DVD ha convertido a Robert Pattinson en una megasuperestrella, una celebridad fuera de lo común, el nuevo DiCaprio de la época Titanic multiplicado al extremo, perseguido hasta la histeria por quinceañeras acneicas con el cuenta-revoluciones hormonal a punto de destrozar la aguja.

Hasta ahora, y todavía hay cuerda para rato, explotar su jeto a medio camino entre James Dean y Luke Perry con una buena dosis de marihuana adulterada de por medio será sencillo, quedando como queda mucho material por explotar en la saga Crepúsculo. Dinero fácil. Pero era cuestión de tiempo que alguien sacase del cajón un material sencillito y barato, cuya producción no acarree apenas costes, y que pueda lucir y venderse en la cumbre gracias a la pose en su cartel promocional de nuestro amigo Robert.

Y ya está. Para qué más. ¿Director? Allen Coulter, un tipo que lleva la vida en la TV, sin que nadie le diese oportunidades en Cine. ¿Guionista? ¿Quizá aquí encontremos una garantía? Will Fetters... pues resulta que éste es su primer guión. Al menos, producido. Para encontrar un nombre conocido tenemos que irnos a la lista de actores secundarios: Pierce Brosnan disfruta de su jubilación 007 perdiendo el tiempo con estas cosas. Bravo por él, oye. También anda por ahí Lena Olin. Qué desperdicio.

Así las cosas, no debemos esperar una maravilla pero tampoco quiero ser cruel. Me permito ser crudamente sarcástico porque el ruin interés ventajoso y comercial está claramente en la génesis de esta película, pero quizá luego aunque sea algo "malilla" pues, después de todo, "se deje ver". Quién sabe.