Uno de los alicientes del cine de Jim Jarmusch reside en que se trata cine independiente de verdad. No sólo lo
digo porque este director sea uno de los precursores del cine independiente
moderno, ni porque lo rodara cuando aún no estaba de moda, aunque por eso
también. El cine de Jarmusch se adapta al concepto que creo que debería definir
al cine independiente. No es cuestión de medir el presupuesto, ni de tener
actores nóveles (nada más lejos de la realidad en este caso), ni de afrontar determinadas temáticas o de una manera concreta. Jarmusch hace su
cine, como quiere, sobre aquello que le apetezca y sin ningún tipo de
limitación impuesta por modas, mercado u otros intereses. Eso para mí, es el
verdadero cine independiente. Su cine no se negocia.
Aunque lo verdaderamente importante que es que este director
nos suele ofrecer un cine interesante, distinto, ameno pero sin recurrir a las
concesiones de entretenimiento. Por esta razón, creo que esta es una de las
películas más interesantes que se presentan este año en el festival de San
Sebastián. Participa en la sección Perlas.
Una particularidad que nos influye de manera cercana es la
de su localización: Madrid. Y no sólo por el detalle de ver lugares que nos
sean más familiares, sino por como esta circunstancia ha influido en el reparto, incluyendo a actores como Luis Tosar y Óscar Jaenada, dos de los mejores intérpretes nacionales,
que compartirán créditos con estrellas como John Hurt, Bill Murray o Tilda
Swinton. Cita imprescindible.