Crítica de la película Boarding gate por Iñaki Ortiz

El cartel de la película deja bastante claro por donde van los tiros al presentar dos elementos propios de un género, la ropa interior a la vista y un arma en la mano. Esto podría ser el indicio de encontrarnos antes un anticuadísimo thriller de los 90, si no fuera porque detrás de la cámara tenemos a uno de los directores franceses más vanguardistas, Olivier Assayas.

Es un habitual de los festivales, especialmente de Cannes, por donde, por supuesto, también pasó esta película, sin mayor repercusión. Sus películas son tan viciosas como cotidianas, lo que supone una mezcla contrastada tan gratificante como polémica. Muchos serán los espectadores que rechacen directamente la película, por aburrida, por su carnaza... Es natural. El director de Irma Vep es uno de esos cineastas lo suficientemente personales como para llegar sólo a un tipo de público. A mí me gusta que los directores sean personales, que no busquen agradar a todos, y me gusta más cuando, como en este caso, es de mi agrado.

El reclamo sexual es Asia Argento, una actriz acostumbrada a este tipo de roles, a quien ya vimos, por ejemplo, en María Antonieta. Será, sin duda, el objeto de deseo del director, y eso la hará más interesante para el público. A su lado, un actor chulesco de cigarrillo y aspecto descuidado, Michael Madsen, una muy buena elección, creo yo, aunque este actor trabaje en una ingente cantidad de malas películas. El número da vértigo.

La película, como ya viene siendo habitual con este director, está rodada en varios idiomas. Además, transcurre en oriente, lo cual será una excusa para que el director se lance a una ambientación en la que pueda disfrutar. Espero una irregular película interesante, cosmopolita, fiel a sí misma y que podamos captar con todos los sentidos. El estreno de una película de uno de los directores más interesantes del momento.