Crítica de la película Los Abrazos Rotos por Iñaki Ortiz

La muy laureada Volver, no era sino una muestra de autocomplacencia impropia de un autor que se inició en el cine con una serie de títulos a cada cual más rompedor. Pedro Almodóvar, entonces era sorprendente, refrescante. Poco a poco, su carrera se ha ido asentando, y su atrevimiento inicial se ha atenuado. Eso no ha sido problema para crear algunas de sus mejores películas como Todo sobre mi madre o Hable con ella.

Sin embargo, con Volver, el realizador, más que "volver" a su cine, parecía querer vivir de una imagen, a modo de una imitación de su propio estilo. Hasta tal punto que eligió como trama argumental una que era esbozada por un personaje en otra película suya, La flor de mi secreto. Que nadie me entienda mal, lo que considero un fracaso y un derroche de autocomplacencia, es para mí una película interesante con algunos puntos buenos. El problema es que con Almodóvar uno espera algo mucho mejor.

Y llegamos a este nuevo título, para el que el realizador ha contado otra vez con su nueva musa, Penélope Cruz, la chica del Oscar. Esto ya puede ser un mal presagio, no porque la actriz no esté a la altura, que lo está sobradamente, sino por el peligroso camino que puede tomar el director. No es bueno rodar las películas que la crítica pide.

Sin embargo, tengo cierta esperanza, y sobre todo, la convicción de que un cineasta de su talla tiene un mínimo del que difícilmente puede bajar. En el peor de los casos, será una película entretenida. Además, parece que volveremos a disfrutar de un guión elaborado y complejo como el que nos ofreció con La mala educación. Quizá el director está compensando la frescura de sus comienzos con una acabado más pulido y una complejidad más interesante, así como una mayor madurez para tratar ciertos temas.

La película, que ya lleva unas semanas en cartel en nuestro país, sin la repercusión de otras anteriores, ha sido ahora seleccionada para la sección oficial a concurso del festival de Cannes. Me temo que no es ninguna garantía, y que responde más que nada a la tremenda importancia internacional del nombre de Pedro Almodóvar. En todo caso, una película que no me gustaría dejar pasar.