Henrik Selick regresa a la dirección con otra película de animación de stop-motion, tras Pesadilla antes de Navidad y James y el melocotón gigante, que por supuesto, recomiendo encarecidamente poder disfrutar en las salas en 3D. Sé que muchos fanáticos de esa joya que es Pesadilla antes de Navidad, no querrán perdérsela, pero hay que avisar que en esta ocasión la larga sombra de Tim Burton no se halla tras la producción.
Aún así, no tengo dudas de que será una bastante oscura en sus intenciones, aunque alejada del romanticismo gótico que destila Burton y con mucho más colorido. Y que contrariamente a como promocionan la cinta, no tiene pintas de ser lo que se dice convencionalmente cine familiar.
El guión está basado en un libro escrito por Neil Gaiman, al que ya le han adaptado otras novelas al cine como Beowulf o Stardust. El propio Selick es quien se ha encargado de escribir el libreto. Una historia que puede empezar inocentemente, con una niña como protagonista, pero que seguro que empazará a adquirir tintes profundos, a desbordar imaginación y a trasportarnos a un mundo dónde nada es lo que parece.
Con la fe de que Selick encuentre su camino sin Burton, sin necesidad de imitarlo (algo verdaderamente difícil) y con su propio estilo, espero ver una gran fábula y disfrutar de una irreprochable calidad en la animación.