Rocky Balboa, Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, John Rambo… Vuelven los héroes, unos más olvidados que otros, y como no podía ser de otra manera, vuelve John McClane. Es lo natural.
Vuelve sin su director, John McTiernan, que se encargó de la primera y la tercera entrega. No voy a preguntarme si tiene sentido hacer una cuarta parte, porque no tuvo ningún sentido la parodia de la segunda entrega de Renny Harlin, ni la rebuscada extensión de la tercera. La jungla de cristal es una de las mejores películas de acción, si no la mejor, las otras dos son entretenimientos la mar de divertidos. Y eso es lo que espero de esta nueva película.
El director, en esta ocasión es Len Wiseman, el encargado de Underworld y Underworld: evolution (y cuidado que ahora se lanza a por la precuela). No ha hecho nada más y, sinceramente, no es un gran comienzo.
Como dice Beiger, quiero un poco de acción seria, contundente. Espero que Bruce Willis siga estando a la altura, supongo que sí, ya que, la chulería no tiene edad, ya lo demostró hace poco en Sin City.
Me temo que en esta ocasión vamos a tener que cargar con un personaje torpe y graciosillo que seguramente es lo que hará Justin Long, el chico animadora de Cuestión de pelotas. Aunque si alguien tiene que cargar con el apartado cómico espero que sea el ya mítico Kevin Smith que también participa en la película. Este director cada vez se dedica más a actuar en películas ajenas, véase Southland Tales. El exotismo lo pondrá la sensual Maggie Q. La hemos visto en Misión Imposible III.
Espero reencontrarme con el McClane más chulesco adaptado al nuevo cine de acción más sobrio y riguroso. Será la chispa que le hace falta al cine de ahora. Desde luego está claro que han intentado moverse en los tiempos más actuales, primero con la tontorrona coletilla de 4.0, y segundo porque el guión se inspira en un artículo de John Carlin, sobre los tiempos modernos.
Al menos que de todo esto salga una disfrutable película de palomitas.