Tras “El ilusionista”, nos llega otra de magos, que si bien la anterior citada fue esperada con cierta entusiasmo por mi parte y desilusionó un poco después, es algo que ni se me pasa por la cabeza ahora. ¿Por que esta fé? Por que los hermanos Christopher y Jonathan Nolan vuelven a trabajar juntos en este guión, como ya pasara con mi amadísima Memento, esta vez con la diferencia de estar basada en la novela de Christopher Priest. Intriga, pasión, acción y ritmo, que seguro no faltarán.
Christopher Nolan dirige otra vez, tras Batman begins, que creó tantos detractores como admiradores entre la crítica y el público. Pero ahora es un proyecto que parece mas personal, algo original y no de encargo de este mercado que lucha por resurgir antiguos mitos ante la falta de ideas nuevas.
Y para que queden menos dudas todavía, la cinta goza de un elenco de actores que quita el sentido. El deseado Hugh Jackman (X men: La decisión final, The Fountain) que parece retomará parte de su fiereza esta vez. El talentoso Christian Bale ( El maquinista, El nuevo mundo) que ya trabajo con Nolan en Batman begins, al igual que el grandioso Michael Caine (La sentencia, El hombre del tiempo). La bellísima Scarlett Johansson( Scoop, Match Point), que ultimamente parece omnipresente en las pantallas. Y para rematar la faena, mi adorado David Bowie(El ansia, Dentro del laberinto), que con su sola presencia llena la pantalla de un halo misterioso.
¿Que mas puedo pedir? Intensidad durante dos horas, trepidantes emociones y permitir que jueguen con mi mente a placer. Yo me dejaré hacer.