Crítica de la película Estrellas que alcanzar por Olmo

Mikel Rueda es el nombre del director de la película Estrellas que alcanzar o Izarren argia en euskara. Es su opera prima y según parece es una joven promesa del panorama del cine vasco. Present Perfect, Érase una vez y El Carrito son los títulos de sus anteriores trabajos en forma de cortometrajes para aquellos que esten más interesados. Siempre es positivo que el cine vasco tenga títulos que ofrecer en el Zinemaldi. Y más aún que entre a concurso en Sección Oficial, tal es el caso de Aita. La película de Rueda entra en Zabaltegi, lo cual la eleva a una categoría superior también.

Este es un proyecto del cual personalmente he estado al corriente hace ya un poco más de un año. Conozco personalmente el lugar donde se ha rodado y he tenido la oportunidad de charlar con familiares de supervivientes de aquel lugar que nunca tenía que haber existido. Izarren argia o Estrellas que alcanzar es una cinta que se adentra en las telarañas de la guerra civil y sus consecuencias. Mucho se puede contar de las cárceles franquistas, pero esta es muy especial, os lo prometo. Aún hay gente que no se atreve a hablar, no quiere ni recordar y eso es mucho peor que te corten la lengua.

Como principal protagonista encontramos a la actriz donostiarra Bárbara Goenaga además de un listado de actores conocidos más en el ámbito de las producciones vascas. José Ramón Gutierrez se encarga de la música, muy importante en toda esa atmósfera tan gris y papel importante a destacar de la fotografía, a cargo de Gonzalo F. Berridi.

Sin embargo, la película en cuestión me genera dudas. No será una mala película, no es eso, pero la guerra civil y todas las películas que se hacen a partir de ese contexto no suelen aportar ya mucho. Título como La lengua de las mariposas pocas veces se repetirán. Veremos qué enfoque le da Rueda, a qué le da importancia, qué descarta, qué incluye, cómo entiende esa cárcel y cómo maneja el contexto. No es fácil trabajar con las llagas de la historia así que mucha suerte para Mikel Rueda. Siempre es bonito ver jugar a la gente de casa. Pero recuerden que sea cual sea el resultado, nos emocionaremos, de eso no hay duda. Tocará la fibra sensible.