El fundido en negro puede ser la opción que necesito para explicar mi sensación con el film, que de resultar sano y majo, resultón alegre y hasta dinánimo, se fue aflojando y aflojando no llegando a un nivel tenebroso ni aburrido pero sí mucho menor.
La aparición de Paz Vega (Dame diez razones) es un sustento bastante serio, Danny Huston (30 días de noche) sigue mostrando muy buena línea, pero presenta una imitación en ocasiones acertada, en otras decpcionante, y Diego Luna (El búfalo de la noche), no parece estar hecho para ese personaje. Todos estos datos no ayudan a conseguir el mejor rendimiento de un film que al final, pese a su comienzo serio de blanco y negro, resulta más una curiosidad que otra cosa.
Buena jugada la del ángulo de la cámara de Orson Welles, la del lío amoroso, la del asesinato y policía de por medio, pero sin fuerza, caída la historia como sin aplomo, como si de matones se tratara, dejando a un lado una conspiración anticomunista que llevaba buen camino.