Me da igual que sea una cuarta parte. Me da igual que parezca un producto desfasado. Scream es una franquicia que rompió moldes en su momento, que refrescó el género del terror, que convirtió en una moda ir a gritar al cine y todo ello con un aire irreverente. Y el principal culpable de ello fue Wes Craven, creador de la saga que ahora retorna con esta cuarta entrega que, no dudéis, será puro entretenimiento. Si volvieron Indiana y Terminator, Ghostface también tiene derecho.
No es la primera vez que Wes Craven recupera una de sus propias sagas. Además de volver a escribir Las colinas tienen ojos y su secuela El retorno de los malditos, también revisitó la saga de Pesadilla en Elm Street con La nueva pesadilla, que resultó ser una de las peores pelis que he visto, pero una de las que más he disfrutado (gracias Sherlock) porque enseguida comprendí a que quería jugar el bueno de Wes. El género del terror es algo que se le da muy bien al señor Craven, pero también se defiende en la auto parodia. En esta Pesadilla utilizaba a los actores que interpretaban a los actores de la Pesadilla original como personajes de la película, a la que no paraba de hacer referencias y guiños, incluyéndose hasta él mismo en uno de los papeles. Existe un lado oscuro en este realizador, pero al contrario que en otros, se manifiesta en un gamberro sentido del humor dónde no le da miedo mezclar realidad y ficción, entrelazándolas para intentar crear algo diferente y divertido.
Ahora centrándonos en esta cuarta parte que llega once años más tarde, no podrá faltar esa careta que marcó época, las llamadas telefónicas y sus personajes principales que forman Neve Campell, Courtney Cox y David Arquette. Pero no olvidemos que Craven ya jugó en Scream 3 con la recreación en una película, rodada dentro de la propia película, de las cruentas experiencias vividas por estos personajes, así que las auto referencias a la historia tendrán que dar una nueva vuelta de tuerca para intentar sorprender y rizar aun más el rizo. Para abrir un poco el apetito solo comentaré que se hace alusión a Scary movie. Hay que reconocer que el propio Craven y Kevin Williamson, los guionistas, se lo han tenido que pasar en grande con la auto parodia y la crítica hacia ellos mismo y hacia otros.
No podían faltar tampoco nuevas incorporaciones a la saga, intentando emular ese envidiable pasaje inicial que tuvo Drew Barrymore en la primera Scream. ¿Os acordáis que gran prólogo? Para esta ocasión tenemos nombres como Kristen Bell (Paso de ti), Emma Roberts (Historias de San Valentín) y las más televisas Hayden Panettiere (la animadora de Héroes) y Anna Paquin (protagonista de True Blood).
No olvidemos que Craven es un mago del horror, pero aquí lo interesante es dejarse arrastrar por el juego que se trae entre manos, por las nuevas reglas que van a escribirse y por el ritmo electrizante a golpe de cuchillo que siempre sabe imprimir.