Megaproducción que trata de llevar a la gran pantalla la novela de Max Brooks World War Z con Brad Pitt (El árbol de la vida) como absoluto protagonista sucumbiendo a las necesidades de la gran industria. Sale con familia a la que defender, es el hombre que corre y se salva, y probablemente el actor que ya no hable tanto sino que pose.
Marc Fosters (Cometas en el cielo, Descubriendo Nunca Jamás o Quantum of Solace) está perfectamente capacitado para llevar a cabo un proyecto como este, de envergadura y enormemente efectista, que tiene que complacer a los amantes del libro, a los amantes del cine de acción y a los que cuando vemos un pequeño atisbo de comercialidad digna nos atrevemos a acercarnos a ese circuito.
El compositor Marco Beltrami, trabajador incansable del cine de palomitas, se hace cargo de los pasos musicales de una historia de muertos vivientes contada con cierta elegancia sin caer en asquerosidades varias. Puede que sea un film sin más pero muy pensado para todos los públicos. Tom Cruise conseguía estas cosas, Harrison Ford o Tom Hanks también, ahora para que le toca a Brad, veremos.
Aunque claro, el cine para todos los públicos y cañero no existe. Desapareció, las tipologías de público son laxas y múltiples, así que jugar en ese terreno y además adaptando una novela puede producir riesgos elegantes. Esta película está en esos terrenos.