Nadie puede llevarse a engaño con esta película.. Una comedia tan ligera, tan obvia, tan elemental sobre adultos que se comportan como críos, que hasta hacer la precrítica me resulta insultante hacia el lector. Sobre todo, porque a nadie se le escapa que tipo de cine hace últimamente Adam Sandler, con buenos ejemplos como Hazme reír, Zohan o Click (de la que se me siguen revolviendo las tripas cada vez que la recuerdo). Sin embargo, me veo en la misión de alertar de que su gran problema puede residir en que a parte de los típicos chistes de tetas, culos, pedos y guarradas varias, con escenas exageradas y bromas de pésimo gusto, que es lo que uno busca cuando se acerca a este tipo de comedias, lo hayan querido convertir en una cinta familiar y por lo tanto, con un trasfondo en la trama y una moraleja que contar. Eso si que puede ser un gran fiasco y conseguir lo único que no debería hacer este tipo de films: aburrir al espectador.
Sandler, que ha escrito el guión y por supuesto aparece como uno de los productores, se ha juntado con un reparto de habituales del género y con los que ha coincidido en varias cintas. Tenemos por ejemplo a Rob Schneider (Los calientabanquillos, El gran Stan), Chris Rock (Un funeral de muerte) o Steve Buscemi, algo ausente y perdido en estos últimos años en lo que a sus elecciones se refiere. En la sección femenina y como contrapunto atractivo, físicamente hablando me refiero, estarán Salma Hayek (Bandidas) y Maria Bello (La momia 3).
Si se limitan a cumplir con lo que el público demanda de este tipo de comedias, que es reír sin tener que pensar y contestar con una carcajada a cada burrada que se les muestre, estupendo. Pero aviso a navegantes, como se paren a analizar los conflictos familiares y juzgar los actos gamberros, la cosa perderá la gracia.