Todo el mundo que ve éste documental sale sorprendido. Por algo se habrá llevado el Oscar a mejor documental. Personalmente no soy ningún fan de los documentales. Y menos de los documentales espectáculo que se hacen hoy en día. Me pregunto dónde se habrán quedado los periodistas. Esos que se documentaban sobre un tema y te lo mostraban en un sesudo reportaje. A día de hoy los documentales son artificio puro.
Es difícil precriticar un documental sin contar nada de su argumento. Sólo diré que va sobre un hombre que hace algo bastante espectacular. Y nos cuentan su preparación, cuando lo hace... y lo que ocurre después. Seguro que está dotado de tensión y suspense. Seguro que sus realizadores han sabido aprovechar al máximo la idea. ¿Y bien? Pues nada más. Después de éste documetal uno no ha aprendido nada, ni le han contado una historia decente... ni ná.
Querido espectador, si sabes positivamente que te entretienen éste tipo de propuestas, no dudes en verla. En caso contrario, vence la curiosidad de ver aquello que todos alaban y lánzate a ver cualquier otra película de cartelera. Que hay unas cuantas cosas potables...
¡El que avisa no es traidor!